Blogia
diestra

La corbata es de seda

La corbata es de seda

Aquel día desperté temprano, me apresuré a bañarme; en realidad me bañé sin prisa, para eso me levanto temprano, para no andar a la carrera. Me puse mi traje y busqué una corbata que combinara tanto con la camisa como con el traje. Me hice el nudo dos veces para que quedara perfectamente a la altura del cinturón y para que no se viera muy apretado. Me dirigí a trabajar; había un evento muy importante ese día.

Al llegar, los comentarios no se hicieron esperar, “Muy bonita corbata” “Se ve usted muy bien” y así por el estilo. De pronto cerca de mí, veo a un compañero con una corbata a rayas, de buen gusto y con toque moderno, lo saludo y me quedo conversando con él. Sin darnos cuenta, frente a nosotros, casi como un rayo que cae sin avisar, llega un compañero más. Al llegar, saluda amablemente y se integra a la plática. Llegó vistiendo una corbata con un estampado a manchas, abstracto, colorido pero muy agradable a la vista. Tras él, a la distancia se veía venir a otro compañero. Llega un tanto apresurado y con tono serio, voz fuerte, grave pero muy entonada saluda a todos, y dice dirigiéndose al compañero de la corbata del estampado a manchas: “Hermosa corbata, ¿Es de seda?” a lo que el compañero contesta “¿Hay otras?” y yo esbozo una sonrisa. No contento con esta respuesta, le pregunta al otro compañero que vestía una corbata a rayas: ¿La tuya compañero, también es de seda? Mi compañero, en tono sarcástico responde: “Da lo mismo, si no sabes la diferencia, ¿Qué más da?” y entonces mi sonrisa se convierte en risa.  

¿Moraleja?

0 comentarios