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Tú que todo lo sabes y lo que no lo inventas, ¿Qué se necesita para ser feliz?

Tú que todo lo sabes y lo que no lo inventas, ¿Qué se necesita para ser feliz?

Muchas veces, tal vez demasiadas, me han dicho esta frase: “Tú que todo lo sabes y lo que no lo inventas…” Normalmente esta frase va seguida de alguna pregunta cuya respuesta sería la solución a un problema o bien un consejo.

Gracias a esta frase aprendí muchas cosas e hice otras tantas que requieren mucha creatividad. Quizás gracias a esta frase me hice creativo.

Un día, en un curso de capacitación al que asistí, se nos pidió que “nosotros que todo lo sabíamos y lo que no lo inventábamos” habláramos de un sueño y convenciéramos a otro de nuestros compañeros de ser socio nuestro para alcanzar ese sueño.

Creativo al fin y al cabo y mostrando ya el interés por el desarrollo humano, elegí convencer a mi compañero de que podíamos lograr que mucha gente fuera feliz. Ese era mi sueño, SER FELIZ y AYUDAR A OTROS A SER FELICES.

Me paré con todo el entusiasmo, confiado de que convencería a todos de que pueden ser felices y de que pueden ayudar a otros a ser felices. Quizá esperaba que alguno con el mismo entusiasmo que yo, incluso me diera algunas ideas para ser feliz.

Gran sorpresa me llevé cuando mi primer compañero me preguntó qué idea tenía y al decirle que mi idea era ser feliz y ayudar a otros a ser felices y que necesitaba de ayuda para eso, su respuesta fue “¿Por qué no pensar en otra cosa? Algo más fácil, eso de ser feliz y ayudar a otros a ser felices en realidad es difícil y creo que pocos querrán trabajar en eso incluso para sí mismos”.

¿Cómo podía ser que alguien no quisiera trabajar en su propia felicidad, en lograr ser feliz? Entendería quizás que no quisieran hacer felices a otros, pero no podía entender que no quisieran trabajar en ser felices ellos mismos.

¿Cómo ser feliz? Yo que todo lo sé y lo que no me lo invento, he pensado que: o sabes cómo ser feliz o lo inventas, pero de ninguna manera debes aceptar no serlo.

Y desarrollando un poco mi creatividad he obtenido las siguientes respuestas a la pregunta: ¿Qué se necesita para ser feliz?

  1. Ganas

Ganas de ser feliz, de disfrutar eso que la vida te da, de sonreír, de disfrutar cada momento, de ser mejor cada día, de aprender nuevas cosas, de vivir, de hacer realidad tus sueños.

  1. Amor

Amor por ti mismo y por todos los demás, amor por lo que haces y por lo que tienes, por tu familia y amigos, amor por la vida.

  1. Optimismo

La creencia convertida en esperanza, de que todo es mejor cada día, de que vienen cosas buenas, de que todo surge de buenas intenciones y de que así como piensas que lo malo puede llegar, puedes pensar que lo bueno llega.

  1. Respeto

Por todas las personas con las que compartes este mundo, por todo aquello que posees y por todo aquello que poseen los demás, respeto por tu persona, por tu cuerpo, mente, salud y por aquellas emociones que habitan en ti. Respeto por tus acciones y por las acciones de los demás, por tus elecciones y por lo que los demás desean. Respeto por tus valores y creencias, para aceptar sólo cosas buenas para tu vida.

  1. Comunicación

Expresión clara de tus ideas, de tus pensamientos, sentimientos y deseos, de tus necesidades. Comunicación positiva hacia el exterior y contigo mismo. Comunicación como proceso en el que hablas y escuchas, expresas y atiendes.

  1. Confianza

En ti mismo y en aquellos que comparten la vida contigo. Confianza para saber que si alguien pudo lograr algo, tú también puedes hacerlo. Confianza en tus padres, en tus hijos, en tu pareja, en tus compañeros de trabajo, en tus superiores y en aquellos que dependen de ti.

  1. Tolerancia

Para aceptar aquello que no eliges y que de alguna forma no es lo que tú disfrutas, para todo aquello que no depende de ti y que no puedes cambiar. Para todo aquello con lo que los demás viven y que es opuesto a tus preferencias, gustos, creencias, costumbres y valores.

  1. Paciencia

Para caminar por la vida en busca de aquello que quieres lograr. Para dar pasos unas veces largos, otras veces cortos y para esperar a que la recompensa llegue como consecuencia lógica de tus actos.

  1. Persistencia

Para intentar alcanzar tus sueños, cuantas veces sea necesario. Para perseguir tus objetivos y dirigirte a tu meta. Para intentar ser feliz una y otra vez.

  1. Agradecimiento

Por todo lo que día a día te brinda la posibilidad de vivir, por la vida misma, por las experiencias buenas que te llenan de gozo y por las malas experiencias que te dan aprendizaje, por todo lo que tienes y que a veces no percibes.

  1. Decisión

Responsabilidad de las elecciones que haces en tu aspecto emocional; aceptando que siempre eres tú quien elige cómo estar y cómo sentirte.

  1. Actitud

Porque a fin de cuentas, la felicidad es una actitud y la actitud es la acción o ejecución de un valor. Compórtate en apego a los valores y crearás en ti actitudes que generan bienestar.

El nombre es Ignacio, la calidad no debería costar tanto trabajo.

El nombre es Ignacio, la calidad no debería costar tanto trabajo.

Hace algunos años, mis padres se casaron y buscaron la felicidad que toda pareja busca, la felicidad de los hijos. A manera de broma y para darle un toque simpático a la forma en la que obtuve mi nombre, he contado que mis papás querían un hijo; un hijo hombre. Para ponerle más chiste, he dicho que mi papá es el tipo de hombre que se cataloga como macho. La verdad es que mi papá es un hombre respetable, lleno de amor por su mujer y lleno de un enorme respeto a la mujer en general. Aquí va la historia de mi nombre y el por qué la cuento ahora como antecedente al tema de la calidad.

Se casaron llenos de amor, después de muchos años de conocerse y de amarse. Esperaban con mucha ilusión un hijo, en mi historia digo que un hijo varón. Llegó el día de la hospitalización, un día de Enero. Mi madre en el quirófano y mi papá afuera pidiendo a Dios que su bebé estuviera sano y que fuera un hombre. Salió el Doctor y ante la pregunta de mi padre, respondió: “Es una hermosa niña” Bien, dijo mi papá; no tenía pensado eso, no tengo un nombre; la llamaremos como su mamá. Fueron a casa y sin perder tiempo intentaron una vez más un hijo varón. Así, en Diciembre del mismo año, mi mamá estaba una vez más en el quirófano y mi papá afuera esperando que su bebé estuviera sano y que fuera un hombre. Salió nuevamente el Doctor y ante la pregunta de mi papá, respondió: “Es niña, una hermosa niña”. Mi papá con amor en sus ojos, comentó: Tengo dos hermosos nombres para ella. Ya en casa, comentó con mi madre que era tiempo de prepararse para un hijo varón, tomarían un tiempo y lo volverían a intentar. Dos años después, llegando el mes de Marzo volvieron al hospital, mi mamá a la sala de quirófano y mi papá a la sala de espera, esta vez acompañado de biblia y rosario, pidiendo un hijo varón. Tras la espera, salió el Doctor y ante la pregunta de mi padre, respondió: “Niña, niña preciosa”. Mi padre una vez más y con la experiencia anterior, comentó: Venía preparado con dos nombres más para ella. Regresaron mis padres a casa y pensaron en la estrategia para tener un hijo varón. Decidieron esperar un año, esta vez completo y un 30 de Septiembre, volvieron al hospital. Mi padre nuevamente acudió acompañado de biblia y rosario y en esta ocasión, algunos amigos que conectaban sus pensamientos con un silencioso pero fuerte: “NIÑO, NIÑO, NIÑO”. De la forma acostumbrada, salió el Doctor y mi papá con voz llena de emoción, hizo la pregunta. El Médico respondió “Su hermoso bebé es niña, una hermosa niña”. Mi padre Con la felicidad que pocos padres pueden tener, la felicidad de tener cuatro hermosas hijas, regresó con mi mamá a casa confiando en que los nombres para ella eran bellos como los de las anteriores.

No obstante ser felices, y tener cuatro hermosas hijas que a propósito del tema, cuentan con una gran calidad personal, decidieron insistir en la búsqueda de un hijo hombre. Para lograr dicho objetivo, decidieron dedicarle un buen tiempo; seis largos pero felices años. Pasó el tiempo y llegó un día 3 de Abril en el que mi mamá regresó al hospital. En el camino encontró varias mantas y lonas de apoyo que decían: “Vamos por un niño”, “Un hijo varón es posible” y cosas similares. Mi papá nuevamente llevó biblia, rosario y adicionó un escapulario. El grupo de apoyo anterior se convirtió en varios grupos de apoyo que esta vez sin importarles la necesidad de silencio de un hospital, afuera levantaban la voz pidiendo un hijo hombre para mis papás: “NIÑO, NIÑO, NIÑO” se escuchaban las voces fuertes alrededor del hospital. Ingresó mi mamá a quirófano y pasado el tiempo necesario, salió el Doctor. Mi padre volvió a hacer la pregunta y el Médico con voz fuerte dijo: “Es niño, un hermoso niño, un varón”. Mi padre, emocionado por completo sólo dijo: “Y nació”. El Doctor escuchó: “Inació” y la encargada en el Registro Civil escribió: “Ignacio” Así me llamo: Ignacio.

Años después ha habido reflexiones, yo insisto en que fui fruto del amor y no de un accidente, mis hermanas dicen que mi papá no pudo haber preferido un hijo que una hija, mi mamá ha expresado que si hubiera tenido una quinta hija, de igual forma la amaría. Las bendiciones de los hijos son incomparables y cada uno de nosotros, mis cuatro hermanas y yo, nos hemos encargado de darle una sazón especial a nuestra familia, una hermosa familia creada con el amor de unos maravillosos papás.

Mi nombre es Ignacio y el problema de la calidad en este escrito viene porque a lo largo de los años, he sido víctima de personas a las que la calidad les cuesta mucho trabajo y no hacen un pequeño esfuerzo por algo tan sencillo como escribir mi nombre de forma correcta. Han escrito Igancio, Iganacio, Igncio, Iagnacio, Iagncio, Inacio, Icnacio y todas las anteriores pero con “s” en lugar de “c”.

Sólo puedo pensar que si alguien es incapaz de revisar algo tan sencillo como un nombre antes de imprimirlo, tampoco podrá ser capaz de hacer un proceso más complicado de forma correcta. Cabe aclarar que no hablo de escribir mi nombre como parte de documentos o textos largos, complejos, saturados y difíciles, hablo de cosas tan sencillas como invitaciones rotuladas con mi nombre, diplomas, certificados, boletos de transporte, registros de citas en instituciones, etc.

El único problema al que esta gente se enfrenta en el momento, es el de escribir un nombre y de forma increíble, lo hace mal. Mi nombre es Ignacio y como todos los papás, los míos han escogido llamarme con cariño, Nacho. Es algo que todos hacen, no puedo imaginarme a mis papás llamando a mis hermanas y a mí a comer o a cualquier otra cosa diciendo cada uno de los nombres que nos pusieron. Escucharíamos algo como de telenovela con cuatro nombres compuestos y uno sencillo; algo complicado pero que me invita a reflexionar que tras haber llamado a mi hija con ese nombre especial, que me gusta y que siempre me ha gustado como suena tanto al pronunciarse en español como al pronunciarse en su forma original de la mitología Celta, haré lo posible por llamarle como siempre me gustó y cómo fue tanto registrada como bautizada.

Volviendo al tema de la calidad, hago una pregunta: ¿Por qué no preocuparse y prepararse para lograr la calidad? Hacer las cosas bien desde el principio y preocuparse por revisar aquello que se está haciendo. Busquemos por favor que en nuestras actividades diarias, incluso en aquellas tan sencillas como escribir el nombre de alguien, nuestro mayor esfuerzo sea la norma, busquemos capacitarnos para ofrecer calidad en todo lo que hacemos.

Honor a quien honor merece y amor a quien amor merece.

Honor a quien honor merece y amor a quien amor merece.

Hace algunos años, más o menos quince, tuve la fortuna de conocer a una hermosa jovencita; se disponía a aprender inglés y yo me disponía a ayudarle. En aquel momento, sin toda la preparación posterior en el área de educación, hubiera dicho que yo me disponía a enseñarle. Hoy digo que me disponía a facilitarle el proceso de aprender. Por muchas razones, nos enamoramos y aunque sólo fuimos novios durante tres maravillosos meses, el cariño se extendió por siempre. La situación de cada uno de nosotros, llevó nuestro noviazgo a su fin y nuestros caminos se alejaron poco a poco mientras que nuestros corazones se quedaron con una marca permanente; una de esas marcas que cada noviazgo deja en el corazón de los que un día se amaron.

Pasaron los días y después de muchos años, nuestros caminos se volvieron a encontrar, quizás nuestros corazones se volvieron a llamar o al menos gritaron y “alguien” los escuchó. ¿Cuántas cosas se tuvieron que mover para que este amor se pudiera dar en su totalidad y máximo esplendor?


Ahí estuvimos nuevamente ella y yo, en un paseo de dos amigos que saben que quieren ser algo más. Ahí estuvimos nuevamente, esperando un mensaje de correo. Ahí estuvimos, chateando hasta altas horas de la noche o primeras horas del día. Ahí, haciendo viajes relámpago entre dos ciudades. Estuvimos, en una plática que se prolongó hasta que llovió y volvió a llover. Ahí volvimos a estar, en una puerta en la que muchos años antes habíamos estado, sintiendo ahora el nerviosismo de un segundo primer beso.


Se pasó el tiempo rápidamente y se llegó un día 31 de Marzo. Nosotros lo llamamos 31-03. Ella nació un día 31 y yo nací un día 03; lo escogimos como fecha para un matrimonio que el día de hoy llega al año de felicidad; un año completo de felicidad y de grandes cosas. ¿Cuáles son los secretos de una maravillosa relación de pareja que mantenemos? 

Los resumo en Respeto, Comunicación y Confianza.

Respetamos en la otra persona al amor. Respetamos en la otra persona a un ser individual y especial y buscamos que nuestras acciones nunca hieran.

Nos comunicamos en todo momento y buscamos que todas nuestras ideas sean claras para ambos. Agregamos a nuestra comunicación el respeto y el tiempo necesario para expresarnos lo importante que somos el uno para el otro. Nos expresamos de diversas maneras lo mucho que nos amamos y lo necesario que es para cada uno saber lo que pasa en la vida y en el pensamiento del otro. Procuramos hablarnos con el cariño de aquellos novios que deseamos seguir siendo eternamente.

Escuchamos y observamos con confianza a nuestro amor hecho persona, después de todo sabemos que existe un gran respeto en nuestros corazones y en nuestras acciones. Confiamos plenamente en que cada acción de nuestra pareja lleva la firme intención de convertirnos en mejores personas.


¿Qué se requiere en la vida para que lo que un día nos hace felices, lo haga toda la vida? Respeto, Comunicación y Confianza sumados a un amor que existe y crece cada día más. Honor a quien honor merece... Hay seres tan valiosos y tan llenos de amor, que logran que muchas vidas alrededor se vean bañadas por ese hermoso sentimiento. Procurar ser de estos seres, es una gran tarea que todos deberíamos llevar a cabo.

Gracias esposa mía por una vida de amor compartido.

Un cielo no muy X nos cobija

Un cielo no muy X nos cobija

Se dice que algo es X cuando no tiene mucha importancia, cuando no es sobresaliente, cuando pasa inadvertido, cuando no requiere que se le preste mucha atención. Hace algunos días platicaba sobre esas tantas maravillas que nos ha tocado vivir como Generación X (Término normalmente usado para referirse a aquellos que nacimos entre principios de los 70’s y principios de los 80’s). Encuentro que mi vida está llena de algunas situaciones que me dejan muy claro que este cielo que me cobija y que nos cobija a todos, no es tan X como lo es mi generación ni como algunos lo quieren ver. En Inglaterra, el término de Generación X describe también a una generación que en los 90’s vivía su adolescencia y que estaba alejada de la religión; por esto digo que para algunos el cielo es un tanto X.

Como miembros de esta generación, hemos vivido cosas como el cambio del televisor de blanco y negro al televisor a color, la aparición del control remoto para este mismo aparato y para muchos otros más. Hemos visto la desaparición de los discos de vinil y de los casetes, la aparición del SIDA y la aparición de la cura del Cáncer, la caída del muro de Berlín, el fin de la Guerra Fría y la desaparición de la Unión Soviética, la aparición del celular, los videojuegos y el sistema operativo Windows, el desarrollo de las computadoras y el placer de navegar por internet, los bebés de probeta y la clonación, la caída de un meteoro en la tierra y el paso de un asteroide a una distancia muy corta, la muerte de un Papa y la Renuncia de otro.

Todo en mi vida ha sido maravilloso y me hace no perder jamás la capacidad de asombro y la curiosidad. Todo en mi vida me hace ver que ese cielo no muy X tiene siempre algo para mí.

El 13 de Marzo de 2013, hemos recibido a un nuevo Papa. ¿Qué hay de interesante en esto? Utilicé este suceso para hablar de un gran regalo para una gran señora que cumple años ese día; posteriormente inicié un análisis más a fondo y descubrí varias coincidencias agradables. La señora de la que hablo cumplió 79 años, si sumamos los dos dígitos obtenemos el número 16 que corresponde al que llevaba en su nombre Benedicto XVI el Papa que anunció su renuncia el 11 de Febrero,  es decir el día 11 del mes 2 que si realizamos la suma también son 13 y que si los acomodamos como fecha son 11-02-13, una suma perfecta. El nuevo Papa, como ya lo comenté, fue elegido por el Cónclave en una fecha que numéricamente es 03-13-03; una combinación que además del número 13 que corresponde al número de personas que se dice asistieron a la última cena, Jesús y los 12 apóstoles, tiene también al número 3 igual de importante y significativo en la Religión Católica. Existe una santísima trinidad compuesta por Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Cuando Jesús nació, se convirtió en el tercer integrante de una familia compuesta hasta entonces por María y José. Jesús tuvo tres caídas en su camino al Calvario en el día en que hubo tres personas en crucifixión, además de esto, falleció a la edad de 33 años. Por si estos números fueran poco, resulta que el nuevo Papa, es el primero en llevar el nombre de Francisco y es además el primero de origen latinoamericano. Junto con los dos Papas anteriores, Juan Pablo II y Benedicto XVI forma la tercia de los primeros Papas no italianos después de casi cinco siglos.

Benedicto XVI y su sucesor Francisco, iniciaron su Pontificado a una edad cuyo primer número es 7 correspondiente a los días que tomó la creación del Universo. 78 y 76 años de edad respectivamente, dejando entre sus dos edades el número 77 que coincide con el número mínimo de Cardenales que deben sumarse para elegir a un Papa y es un doble 7. Benedicto XVI dejó el cargo de Papa antes de cumplir los 8 años en él, es decir teniendo 7 años al frente de la Iglesia Católica.

Algunos podrán llamarle coincidencia, para mí son hechos no muy X.

¿De quién es la integridad?

¿De quién es la integridad?

El pasado 25 de Febrero de 2013, mientras navegaba por las redes sociales, encontré una foto en una publicación en la que se preguntaba ¿Alguien sabe de quién es? Y se explicaba que se había encontrado una cartera que se mostraba en una foto y que es la misma que presenta este artículo (Ha sido modificada para no presentar datos que en su momento fueron de gran utilidad). Un día después, a menos de veinticuatro horas, esa publicación había sido compartida un total de 3,804 veces y en un comentario de quien la colocó en las redes, se informaba que la persona había acudido ya a recuperar su cartera.

Reflexiono sobre varias ideas relacionadas con este hecho: El valor de las relaciones y de lo acompañados que estamos. Las redes sociales han abierto una inmensidad de contactos que son amigos desde el mismo título que las redes sociales nos dan. Hoy en día contamos con el apoyo que un instrumento como éste nos puede dar cuando es bien utilizado. Es muy grato encontrar que hay mucha gente que está interesada en hacer el bien (No hay en esta historia un comentario que diga “quédate con el dinero y sólo regresa la cartera y documentación” o “quita la publicación y quédate con todo” o algún otro consejo mal intencionado). Cuando hacemos el bien contagiamos a la gente. Las redes sociales pueden representar un lugar donde la verdadera amistad puede nacer y claro está, debemos tener nuestras precauciones porque no todo mundo está en el mismo canal del bien. La persona que entregó la cartera pide como recompensa el que la dueña le cocine algo con sus propias manos (Qué mejor oportunidad de conocer a alguien que mientras comes con él y qué mejor oportunidad para agradecerle por ser una excelente persona cuya integridad queda demostrada por los hechos). Que agradable es vivir y encontrar historias como éstas que te invitan a ser una mejor persona y a no abusar de las situaciones de otros, la vida nos da lecciones que ninguna escuela nos podrá enseñar.

Alguna vez leí que “Integridad es hacer lo que está bien hecho, aun cuando nadie te esté viendo”

La invitación es para buscar dentro de cada uno de nosotros esa integridad que seguramente está ahí en algún lugar. Mi reconocimiento a ti que has actuado de esta forma.

¿Dónde empieza la violencia?

¿Dónde empieza la violencia?

Una pareja de jóvenes, muy jóvenes; ella tendría dieciséis y él dieciocho, platicaban en la acera. Junto a ellos estaba una carriola; en la carriola un bebé de meses. La carriola presentaba manchas, se veía sucia al igual que los dos jóvenes. No supe en realidad a qué se dedicaban pues aunque estaban en una esquina y convivían con varias personas que limpiaban parabrisas, ellos nunca lo hicieron.

De pronto se escuchó un ruido dentro de la carriola. Se acercaron a ver al bebé, y al hacerlo, la mujer empujó de la cabeza al hombre. El hombre respondió dando una leve cachetada a la mujer. Se olvidaron por un rato del bebé y se apretaron, los dos hicieron el mismo movimiento, con el pulgar y el índice de su mano derecha, apretaron los cachetes del otro poniendo un dedo a cada lado de la boca, mientras trataban de mover la cabeza de un lado a otro. La mujer cambió su mano y apretó la nariz de él. El hombre respondió con otra cachetada, esta vez más fuerte y la mujer al intentar esquivar la cachetada movió su cabeza hacia atrás rápidamente pero chocó contra la pared a sus espaldas. Ambos rieron fuertemente.

Un juego “inocente” es el punto de partida para reacciones permitidas. Si permites una falta de respeto pequeña, ésta irá en aumento. Si permites un golpe en juego, estarás dando lugar a que los golpes se vuelvan parte de la rutina. Si permites gritos, el volumen aumentará.

No debe tolerarse la menor falta de respeto en las relaciones, pues éstas pueden incrementarse al irse uno adaptando a su existencia. Funciona como algunos vicios, al principio toleras un poco, después aguantas un poco más y acabas hasta por sentir que si no lo tienes no estás a gusto.

Devolvamos la armonía a nuestra vida y a nuestras relaciones, empecemos a respetarnos a nosotros mismos y así como respetamos a los demás, exijamos que se nos respete en todo momento. Poco a poco descubriremos que es un círculo virtuoso, al respetar, recibiré respeto.

El mejor momento para que termine la violencia es justo antes de que empiece.

No te quedes con el cambio

No te quedes con el cambio

Hace algunos años cambié de residencia aprovechando una de tantas grandes oportunidades que la vida me ha dado. Al llegar a mi nuevo hogar, a mi nueva ciudad, hubo dos cosas que me sorprendieron; la gente no te saludaba con una sonrisa y en las tiendas te daban cambio exacto con centavos. Acostumbrado a mi ciudad, en donde los negocios cobran casi siempre en pesos cerrados o máximo redondeando a cincuenta centavos, recibir cambio exacto era una agradable sorpresa. Acostumbrado de igual forma a caminar en la calle de mi ciudad natal, ver a alguien a quien no conoces y sonreírle a manera de saludo recibiendo la respuesta de una sonrisa de forma que la siguiente vez que lo encuentras, lo saludas ahora casi como si fuera un amigo; me resultó muy difícil acostumbrarme a un lugar en el que no devolvían las sonrisas, volteaban el rostro y difícilmente se podría entablar una conversación duradera con alguien a quien no conocías. Insistí mucho, seguí en mi idea de que es bueno saludar con una sonrisa, lo hice con todo el mundo, vecinos, tenderos, cajeros, alumnos, compañeros, gente en la calle, etc. Poco a poco empecé a sentirme menos incómodo cuando no me contestaban y poco a poco noté que cada vez eran más personas las que me respondían. Seguramente Daniel Goleman tiene razón cuando publica en su libro Inteligencia Emocional que “nos contagiamos mutuamente los sentimientos como si se tratara de una especie de virus social”. El mismo Daniel Goleman advierte “Cuando dos personas interactúan, la dirección en que se transmite el estado de ánimo es del que es más enérgico para expresar sus sentimientos al que es más pasivo”.

Hoy en día, de vuelta en mi ciudad, sigo recibiendo cambios incompletos y sonrisas como saludos. Me he dado a la tarea y me he comprometido a buscar relacionarme con la gente de forma que cuando me vuelvan a ver, haya en ellos un recuerdo agradable. He decidido disfrutar hasta de los cambios incompletos pues pudieran ser el cobro por las sonrisas honestas que a diario recibo.

Me pregunto qué pasaría si me cansara de sonreír, si dejara de saludar a la gente que no conozco y de intentar hacer un comentario que desconecte a la gente de la rutina de un día de trabajo o de la rutina que para algunos es la vida misma, si la gente buscara darnos el cambio completo y si además hiciera lo posible por tener cambio siempre o por lo menos buscarlo cuando es necesario y no esperar que sea uno el que vaya a conseguirlo. Después de todo es parte de la preparación de cada negocio, contar con los recursos necesarios para dar un servicio de calidad.

Quizás es un buen momento para hacer algo distinto, de ahora en adelante me preguntaré a menudo ¿Qué pasaría si…? Buscando encontrar maneras de hacer sonreír a la gente con la que interactúo.

¿Qué pasaría si le doy un dulce a un niño en la calle? ¿Qué pasaría si llevo maíz al centro y se lo doy a algunas personas para que alimenten a los Pichones? ¿Qué pasaría si le hago una llamada inesperada a un amigo? ¿Qué pasaría si pongo un mensaje en la página de redes sociales de algún conocido o quizás de uno de esos amigos desconocidos? ¿Qué pasaría si le digo a quien me atiende que estoy encantado con el servicio que me ha ofrecido? ¿Qué pasaría si le hago cuentas claras a mis clientes y les doy el cambio exacto? ¿Qué pasaría si en lugar de preocuparme por los veinte centavos que no me dará de cambio la persona en la tienda, pago un poco más de lo que es y antes de que me diga algo, le pido amablemente “Quédese con el cambio”?

Voy a dar mil y una sonrisas y cuando la gente no me las devuelva les dedicaré un pensamiento:

"Quédate con el cambio".

Hay un corazón dentro de todos.

Hay un corazón dentro de todos.

En un tiempo en el que el Papa renuncia a su cargo y ese mismo día un rayo cae en la Basílica de San Pedro en Roma, un meteoro cae en Rusia causando confusión cuando se esperaba que un asteroide pasara cerca del planeta tierra. Las explicaciones salen a luz y las creencias demuestran lo fuerte que puede ser una idea.

Tomemos de lo acontecido el aprendizaje que nos ayude a vivir de forma que al morir podamos decir que lo hemos disfrutado todo y que hemos hecho bien.

El Papa renuncia y es mal visto que alguien se separe de un cargo que por muchos es visto como la representación de Dios en la tierra. Algunos desaprueban su comportamiento comparándolo con el de Jesús que sufrió los más terribles maltratos y dolores por nosotros. El Santo Padre dice renunciar a su cargo por razones de salud y por no creerse capaz de llevarlo de forma óptima. Las buenas intenciones siempre están presentes en el que actúa. Coincidentemente cae un rayo en la basílica y la gente cree tener la razón y decir que es una señal divina, un reclamo del cielo.

En otro lugar y en otro momento, un meteoro cae y la gente elabora historias apocalípticas como resultado de esta coincidencia.

Los encuentros fortuitos existen y los hechos que coinciden de forma precisa también. Aprendamos que la naturaleza nos tiene guardadas las más grandes sorpresas, que los humanos podemos en algún momento desear algo bueno por los demás y que somos capaces de aceptar que no somos los más indicados para ofrecerlo.

Respetemos el mundo en que vivimos y los eventos que el planeta nos muestra día con día; reconozcamos en los seres humanos la posibilidad del bien y tomemos de nuestra existencia lo mejor.

Al final de cuentas al partir, no nos llevaremos el recuerdo pero sí dejaremos una gran cantidad de memorias en la gente que convivió con nosotros.

¿Cómo te gustaría que la gente te recordara?

¿Cómo te gustaría esperar el momento de morir?

Hoy estás a tiempo de lograr lo que deseas y es un buen momento para demostrar al mundo y a la humanidad, que hay un corazón dentro de ti.

La corbata es de seda

La corbata es de seda

Aquel día desperté temprano, me apresuré a bañarme; en realidad me bañé sin prisa, para eso me levanto temprano, para no andar a la carrera. Me puse mi traje y busqué una corbata que combinara tanto con la camisa como con el traje. Me hice el nudo dos veces para que quedara perfectamente a la altura del cinturón y para que no se viera muy apretado. Me dirigí a trabajar; había un evento muy importante ese día.

Al llegar, los comentarios no se hicieron esperar, “Muy bonita corbata” “Se ve usted muy bien” y así por el estilo. De pronto cerca de mí, veo a un compañero con una corbata a rayas, de buen gusto y con toque moderno, lo saludo y me quedo conversando con él. Sin darnos cuenta, frente a nosotros, casi como un rayo que cae sin avisar, llega un compañero más. Al llegar, saluda amablemente y se integra a la plática. Llegó vistiendo una corbata con un estampado a manchas, abstracto, colorido pero muy agradable a la vista. Tras él, a la distancia se veía venir a otro compañero. Llega un tanto apresurado y con tono serio, voz fuerte, grave pero muy entonada saluda a todos, y dice dirigiéndose al compañero de la corbata del estampado a manchas: “Hermosa corbata, ¿Es de seda?” a lo que el compañero contesta “¿Hay otras?” y yo esbozo una sonrisa. No contento con esta respuesta, le pregunta al otro compañero que vestía una corbata a rayas: ¿La tuya compañero, también es de seda? Mi compañero, en tono sarcástico responde: “Da lo mismo, si no sabes la diferencia, ¿Qué más da?” y entonces mi sonrisa se convierte en risa.  

¿Moraleja?

Máxima Capacidad Instalada

Máxima Capacidad Instalada

Mientras visitaba la Ciudad de Toluca, se me vino a la mente una interesante idea. Puede sonar muy técnico el asunto, pero al analizarlo me pareció divertido, retador y hasta motivacional. Un pequeño análisis de por qué puede ser que vivamos en las condiciones que vivimos, de acuerdo a una mentalidad propia de algunas personas.

Cuando se habla de Capacidad Instalada, se hace referencia al volumen de producción ya sea de bienes o servicios que es posible generar en un periodo de tiempo y con una infraestructura dada.

El pasado Sábado 26 de Enero, viajaba de la Ciudad de México (Ese lugar al que muchos erróneamente llaman el D.F.) a la ciudad de Toluca; me disponía a celebrar con mi hija la llegada de su octavo cumpleaños. De pronto, en el camión del servicio urbano, tuvimos la visita de una mujer que subió y dejando a su hija en un asiento, se dispuso a cantar mientras tocaba en su huiro, dos "hermosas" melodías: Triste recuerdo y La puerta negra. Mientras cantaba, nos repartía dulces a todos y después pasaba pidiendo una cooperación o en su caso la devolución de los dulces. Casi al tiempo que ella se bajaba después de recibir algunos pesos, subía otra mujer disfrazada de payasita, acompañada también por una nena a quien de igual forma acomodó en un asiento mientras hacía su labor. En este caso consistió en contar algunos chistes con poca gracia y solicitar una ayuda.

Ambas mujeres indicaron el beneficio de todos en tenerlas a ellas pidiendo de esta manera y no robando en las calles.

Después de observar ambas actuaciones, inicié un proceso de reflexión que describo a continuación:

  • Tiempo de "trabajo" efectivo: 5 Minutos
  • Tiempo pasado en el camión: 12 Minutos
  • Flujo de camiones en la avenida: Constante
  • Posible tiempo promedio utilizado para el cambio de un camión a otro: 2 Minutos
  • Promedio de cooperación recibida por actuación en cada camión: 3 pesos

Si observamos esto, nos damos cuenta que cualquiera de ellas está teniendo aproximadamente 5 actuaciones por hora y se gana aproximadamente 15 pesos por hora trabajando quizás unas 4 horas diarias ya que por lo general no se ajustan a un horario de 8 horas. Recibirá en promedio 60 pesos en un día, lo cual ya se acerca al salario mínimo del Estado de México. 

Hasta aquí todo va mal porque no llega a ese mínimo, pero recordemos que ellas son sus propias empleadoras, planean su jornada y deciden hasta dónde quieren trabajar.

Analicemos otra posibilidad:

¿Qué pasaría si realizáramos un estudio para obtener la máxima capacidad instalada de cada una de ellas? Descubriríamos que puede reducir su tiempo de actuación a 3 minutos y que obtendría el mismo resultado de cooperación; que aumentaría de esta forma su cantidad de actuaciones a un aproximado de 12 camiones por hora y que podría trabajar de forma comprometida, 8 horas (No sabemos si la hija aguantará este ritmo, pero viendo el negocio, podríamos considerar algunas opciones para el cuidado de la menor). Lo anterior nos daría 36 pesos por hora para un total de 288 pesos diarios, muy cercanos a 5 veces el salario mínimo. Si trabajaran 5 días a la semana por cuatro semanas al mes, estaríamos hablando de un salario de 5760 pesos mensuales, nada despreciable para alguien que no tiene estudios universitarios y mucho mejor que los 1200 pesos que puedan estar logrando con el desempeño actual.

Les dejo unas preguntas de reflexión que me surgieron:

¿Qué puedo hacer yo, como persona, para lograr mi Máxima Capacidad Instalada?

¿En qué áreas de mi vida puedo hacer un ejercicio de Máxima Capacidad Instalada: Trabajo, Familia, Relaciones, etc.?

¿Quiénes son los principales culpables de que este tipo de actividades se realicen en transporte público, calles, esquinas, etc. el gobierno o nosotros que seguimos aportando a veces 2 a veces 5 a veces 10 a veces más pesos?

Espero que todos descubramos que podemos mejorar considerablemente el aprovechamiento de nuestra Capacidad Instalada.

Ganar-Ganar

Ganar-Ganar

Uno de los principios básicos de las relaciones humanas sanas, es el pensamiento de ganar-ganar. Toda interacción humana es en principio una negociación en la que se pretende lograr algo.

Va desde cosas tan sencillas como lograr ser escuchado hasta lograr algo tan complicado como vender una máquina de millones de pesos. Todo en la vida acabará siendo una negociación.

El éxito de mucha gente en sus relaciones personales, surge precisamente de este pensamiento de ganar-ganar. El hecho de no buscar ser el ganador único en la interacción con otras personas, hace que logremos victorias sorprendentes en nuestra vida. Por regla general, la gente que observe un beneficio en su relación con nosotros, aceptará nuestra amistad y en los casos convenientes, aceptará nuestra oferta.

Por poner ejemplos sencillos, el amigo que se divierte con nosotros, buscará pasar tiempo a nuestro lado. Él gana, nosotros ganamos. El cliente que observa que le estamos dando información verídica de los productos que le ofrecemos y que no sólo queremos que nos compre sino que al mismo tiempo buscamos que se lleve lo que le es más conveniente, verá en nosotros a un consejero o amigo que le asesora y no a un rival que busca derrotarle en la lucha de la compra-venta.

Siempre que estemos en posibilidades de hacerlo; siempre que estemos en contacto con la gente, busquemos alternativas en las que de nuestra relación surjan situaciones ganar-ganar. Hagamos esto siempre y entendamos que a veces el ganar se da en una de las partes pero tarde o temprano tendrá que reflejarse hacia la otra. Entendamos que donde uno busca ganar solo, otro tendría que perder y esto necesariamente llevará a relaciones de conflicto.

Actuar para ganar-ganar, dará como resultado el ganar, ganar, ganar. 

Los cuentos de un padre de familia

Existió una vez un señor que tuvo dos hijos. Según él, para que una familia fuera familia, deberían existir papás, hijos y hermanos. Por eso decidió tener dos hijos y completar la ecuación.

Preocupado por la educación de sus hijos, hizo todo cuanto sabía, para brindarles valores y preparación que los ayudaran a convertirse en personas de bien.

Una noche, mientras se preparaba para ir a dormir, su hija le pidió que le contara un cuento antes de irse a dormir. Cansado de trabajar durante el día, al principio se incomodó un poco de no poder descansar de inmediato, pero inmediátamente después, pensó en que ésta era una oportunidad excelente para preparar a su hija para enfrentar de mejor manera la vida.

Entonces se acercó a la cama de ella y le contó una maravillosa historia en la que el mensaje que transmitió, fue el de que cada persona debe buscar siempre disfrutar de la vida y ser feliz sin importar lo que suceda a su alrededor.

Al día siguiente y a partir de ese día, se acercó cada noche a las camas de sus hijos y les contó historias en donde les transmitió siempre ideas que los ayudaron a enfrentar de mejor manera los problemas de la vida, a elevar su autoestima, a crear consciencia de la importancia de cuidar el planeta en que vivimos, a motivar en ellos el deseo de ayudar a las personas y ser generosos. Una y mil historias fueron contadas, uno y mil consejos fueron dados de esta forma, uno y mil minutos de tiempo de calidad fueron compartidos entre el y sus hijos que posteriormente en todas las ocasiones fueron acompañados por su esposa.

¿Qué tanto podemos hacer por nuestros hijos cuando les dedicamos cinco valiosos minutos?

Del orden al caos o viceversa

Donde hay orden puede originarse el caos, donde hay caos puede establecerse el orden. El primer orden a atender es el propio.

Existe un importante elemento en la vida de toda persona, es un elemento que incluso origina al mismo ser. Algunos autores mencionan que este elemento es el motivo de todo lo que sucede. Este elemento se llama amor.

Varios son los que dicen que “Todo es un acto de amor” y algunos otros afirman que “todo tiene una buena intención”. Así, el ladrón que roba puede estar motivado por el amor a sus hijos y por la buena intención de conseguir algo para que coman, esto no justifica el hecho en sí. Lo importante es observar en cada acto este amor y esta buena intención, mismos que en ocasiones son difíciles de identificar, pero que nos brindan la posibilidad de disminuir los sentimientos negativos que pudiéramos tener.

Una vez que algo inicia puede tener orden o ser un caos.

El origen del mismo ser puede serlo. “Te tengo una noticia: estás embarazada” ¿Orden o caos?

En el mejor de los casos es un plan y un deseo, en otro caso es un deseo pero no un plan y en el peor no es ni deseo ni plan. Vamos del orden al caos.

Una vida, ordenada o caótica, de repente se ve en una situación que bien puede ser fuera del deseo y de todo plan o bien puede ser el éxito de una búsqueda de pareja, pero en definitiva será fruto de un acto de amor y de una buena intención. Por extraño que parezca, cualquier situación de las anteriormente comentadas será motivo de una buena intención y de amor, aún cuando el objetivo perseguido haya sido distinto al conseguido.

La buena intención puede ser tan pequeña como pasar un buen rato o tan grande como darle vida a un nuevo ser, y el amor puede ser tan limitado como el amor a sí mismo o tan generoso como el que hace que nazca en nosotros el deseo de formar una familia y de compartir toda nuestra vida. Buena intención y amor al fin y al cabo.

De este actuar viene un ser, nacerá en el orden o en el caos pero siempre podrá pasar de uno a otro. Existirá un momento en que no tendrá posibilidad de elección, pues estará marcado por el ambiente familiar, es cuando corresponde vivir en base a las reglas y condiciones impuestas por otros. Es en este momento en el que nuestro orden o caos dependen de otras personas, hasta el punto de ser ellas las que nos puedan llevar del orden al caos y viceversa.

Llegará el tiempo en que esto cambie y sea uno mismo quien decida permanecer en el orden, en el caos o pasar de uno al otro.

De las decisiones que tomemos dependerá el sitio que ocupemos, siempre tendremos que elegir y hacernos responsables.

Vale la pena recordar que el amor a uno mismo representa el principal orden a mantener, pues sin éste, es muy fácil aceptar situaciones propias o ajenas que pueden conducirnos al caos. Puede sonar egoísta pero sin amor propio no puede existir el amor a los demás.

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Contagiar lo bueno para recibir lo mejor

Contagiar lo bueno para recibir lo mejor

Sé que al leer esto, muchos estarán de acuerdo en la primera idea que voy a expresar:

“Si alguien me trata mal, lo más seguro es que acabe por tratarlo de la misma forma, si alguien me trata bien, seguramente haré lo mismo”

Resulta que esto no es una coincidencia o casualidad; se ha estudiado que las emociones son contagiosas y que el tipo de reacción más difícil de controlar que los humanos tenemos y que es resultado de una cuestión evolutiva, es el de aquellas que nos permiten sobrevivir, es decir, la mayoría de las veces reaccionaremos para atacar o para defendernos, cuando nos encontremos en una situación incómoda, pero ¿Qué pasa si no hay una situación de peligro o de desagrado? Entonces estaremos en zona de confort y podremos responder o reaccionar de forma agradable.

Imaginemos entonces que llegamos a cualquier lugar en donde haya alguien que nos pueda atender, llegamos con esta persona con una sonrisa y amablemente le solicitamos su apoyo. Creo que no es nada fuera de lo normal el pensar que la persona nos atenderá de la mejor manera. Si no lo hiciera así, hagamos un esfuerzo extra, por mantenernos en esta alegría puesto que la emoción que se expresa con mayor intensidad es la que domina en toda interacción. Al final del trámite, les aseguro que estaremos satisfechos por el resultado obtenido en nuestra actividad.

Hagamos este ejercicio en nuestra vida diaria, andemos por ahí "mostrándonos" de buen humor, les aseguro que acabaremos sintiéndonos así y descubriremos que al actuar de esta forma, casi milagrosamente habrá menos situaciones que nos molesten o incomoden y notaremos que la gente se muestra agradable en su trato con nosotros.

No es magia, es la misma fórmula pero invertida:

“Si a alguien lo trato mal, lo más seguro es que acabe por tratarme de la misma forma, si a alguien lo trato bien, seguramente hará lo mismo”

Temas de interés

Temas de interés

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En el pedir está el… recibir.

Un día mientras conducía de regreso a casa, Jorge escuchó que Martha, su esposa, comentó: “Mira, tamales y atole”, no le prestó mayor importancia a este hecho hasta que llegando a su casa, a la hora en la que usualmente cenaban, al solicitarle a Martha la tan esperada cena, ésta le contestó: “A ver qué cenas, ya que no quisiste detenerte a comprar tamales y atole, en casa no hay nada para cenar”. Jorge, obviamente sorprendido preguntó: ¿A qué hora dije que no quería detenerme? Es más, ¿A qué hora me dijiste que me detuviera para comprar tamales y atole?... Lo que siguió fue una discusión que no quiero ni platicarles cómo acabó.
De la anécdota anterior se desprende el título de esta reflexión: “En el pedir está… el recibir” y lo que quiero compartir con ustedes es simplemente la importancia de aprender a pedir lo que deseamos y a expresar las necesidades que tenemos para que éstas sean escuchadas y en el mejor de los casos resueltas. ¿Cuántas veces hemos dicho o escuchado algo parecido a lo siguiente?
•Le dije que no me alcanzaba el dinero y que estaba pasando por una importante crisis pero no obtuve el aumento de sueldo que esperaba.
•Claro que estaba conmigo cuando cogí los zapatos y dije en voz alta que me encantaban, pero no me los compró.
•Por supuesto que sabe que me molesta muchísimo el hecho de que su oficina esté siempre tan desordenada, pero hasta creo que lo hace por incomodarme.
•Me encantaría que me abriera la puerta del auto como lo hacía cuando éramos novios.
•Le dije que me dejara en paz porque estaba muy enojado y se fue, en lugar de ofrecerme ayuda e insistir para que yo la aceptara.
Los ejemplos anteriores son tan comunes, que estoy seguro todos hemos escuchado por lo menos uno de ellos y si no, por lo menos algo similar. El problema aquí, radica en que hemos aprendido a comunicarnos de forma incorrecta y eso evita que obtengamos lo que necesitamos. Imaginemos lo que pasaría si modificáramos la historia de Martha y Jorge:
Martha comenta: “Mira Jorge, tamales y atole, se me antojaron, no sé si tú quieras, pero por favor detén el auto para comprar unos ¿deseas que compre alguno para ti?”
No es necesario imaginar lo que va a suceder, Jorge tiene toda la información que necesita para dar una respuesta satisfactoria a la solicitud de Martha.
Cuando hacemos comentarios como: “Mira, tamales y atole” le dejamos al otro la tarea de analizar, de descifrar, de proponer. El que escucha algo como esto puede preguntarse si queremos atole o si queremos tamales, o si nos gusta la escena o si hace mucho que no veíamos un puesto de tamales y atole y puede incluso pensar que lo que deseamos es informarle de la existencia de estos para que el decida si quiere uno o no.
Cuando construimos oraciones como: “Mira Jorge, tamales y atole, se me antojaron, no sé si tú quieras, pero por favor detén el auto para comprar unos ¿deseas que compre alguno para ti?” Lo único que debe hacer el otro es seguir una instrucción muy clara, “detén el auto” y contestar una sencillísima pregunta ¿Deseas que compre alguno para ti?
Si aprendemos a ser directos más que a lanzar indirectas para expresar nuestros deseos y necesidades, generalmente obtendremos aquello que deseamos.
Les dejo las siguientes situaciones para que analicen lo que se debió decir en cada caso para obtener lo que se deseaba:
•Ayer te dije “Hay muchas cosas por hacer” y de todos modos te fuiste temprano.
•¿Estás en tu casa? ¿No vas a venir? En la mañana te dije “Estoy organizando una reunión en mi casa ya invité a todos”
•No sé por qué lo dejó amarillo, yo lo vi pintándolo y le dije: “A mí me gustaría más en azul”.